IA lee la mente: ¿arma o herramienta?
Un nuevo sistema portátil y no invasivo podría revolucionar la comunicación y la seguridad, pero también abre la puerta al espionaje y la manipulación.
Un equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Sídney (Australia) ha desarrollado un nuevo sistema de inteligencia artificial (IA) capaz de leer la mente. El sistema, denominado DeWave, tiene capacidad para convertir las ondas cerebrales de las personas en palabras escritas y oraciones.
Los responsables de la investigación explicaron que los participantes leyeron en silencio un texto mientras llevaban una gorra que registraba la actividad eléctrica de sus cerebros, mediante un electroencefalograma (EEG). Una vez que el DeWave comprendió las señales cerebrales, se procedió a vincularlas con un modelo grande de lenguaje (LLM), similar al que usa la aplicación ChatGPT.
El sistema alcanzó una precisión del 90% en la traducción de los pensamientos de los participantes a texto. Los investigadores creen que el DeWave podría tener un gran impacto en la comunicación y la seguridad. Por ejemplo, podría ayudar a personas con discapacidades a comunicarse, o podría utilizarse para mejorar la seguridad en entornos sensibles, como aeropuertos o prisiones.
Sin embargo, el DeWave también podría utilizarse para fines maliciosos, como el espionaje o la manipulación. Por ejemplo, un gobierno podría utilizar el DeWave para espiar a sus ciudadanos, o una empresa podría utilizarlo para influir en las decisiones de los consumidores.
El desarrollo del DeWave plantea una serie de cuestiones éticas y legales. Es importante que se establezcan normas claras sobre el uso de esta tecnología para evitar que se utilice para violar la privacidad o los derechos humanos.
Opinión:
El desarrollo de la IA capaz de leer la mente es un hito importante en la historia de la tecnología. Sin embargo, es importante ser conscientes de los posibles riesgos de esta tecnología. El DeWave podría utilizarse para fines positivos, como ayudar a personas con discapacidades o mejorar la seguridad. Sin embargo, también podría utilizarse para fines maliciosos, como el espionaje o la manipulación.
Es importante que se establezcan normas claras sobre el uso de esta tecnología para evitar que se utilice para violar la privacidad o los derechos humanos.